Somos testigos directos de la alta presencia de la publicidad en nuestras vidas. Para que además de testigos directos de los mensajes publicitarios nos convirtamos en potenciales clientes de una marca, es misión del Marketing que ésta nos transmita un mensaje clave, cuyo contenido y forma estén en consonancia con nuestras necesidades o en todo caso, fomentar que consideremos la necesidad de consumo del producto o servicio en cuestión.

La elección tipográfica (forma del mensaje) que los diseñadores gráficos deben llevar a cabo a la hora de crear el logotipo de una marca y sus rótulos publicitaros es decisiva, lo es tanto como la segmentación del mercado o el packaging de un producto en el proceso publicitario, ya que la forma de las letras puede enviar diferentes mensajes al subconsciente del posible consumidor.

Es clave tener claro a qué público dirigirse y cuál es el mensaje que se desea enviar en cada proyecto: calidez, jovialidad, poder, confianza, ambición, seducción, entre otras muchas sensaciones y emociones posibles acordes con el producto o servicio que se intenta promocionar.

En la creación de un patrón caligráfico publicitario, el diseñador gráfico aporta sus amplios conocimientos sobre la teoría del color, la gestión del espacio, la técnica digital, etc., y, en suma, el Grafólogo, gran conocedor del mensaje que cada una de las tipografías existentes es capaz de transmitir según su forma, asiste para dar con los factores gráficos exactos que la tipografía elegida necesita para ser la más indicada según el tipo de mensaje a divulgar.

Ambos profesionales consiguen que la colaboración directa y la interconexión de disciplinas sea la combinación perfecta para alcanzar el mejor resultado y éxito de la marca.

Lucrecia Di Santo.